Que el negocio inmobiliario español goza de buena salud ha quedado más que demostrado. Y a la vista está. Tan solo tenemos que echar un vistazo al buen comportamiento del sector en estos primeros meses del año, en el que el contexto económico ha cambiado sustancialmente, y en el que tras superar los dos años de pandemia, ha emergido una nueva preocupación. Por supuesto, hablo del conflicto armado entre Rusia y Ucrania. Si bien esta nueva situación cambia de algún modo el escenario, el inmobiliario y la inversión en real estate siguen demostrando su fuerza, al menos en nuestro país.
Lo cierto es que, de momento, el sector no se ha visto afectado en España. En estos primeros meses, por ejemplo, hemos asistido a un aumento en la demanda de viviendas, pese al incremento de los precios. Dicho incremento no estaría tan motivado por la inflación como por la existencia de una demanda solvente y en auge. La falta de obra nueva, la escasez de suelo finalista disponible y el retraso de las Administraciones en los trámites, y los bajos niveles de producción son algunas de las causas que aducen los expertos.
La compraventa de viviendas, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), encadenadoce meses consecutivos de tasas positivas. Hasta febrero, se ha incrementado un 27,4%, con avances del 31,5% en el caso de las viviendas de segunda mano y del 12,9% en las viviendas nuevas. El número de hipotecas constituidas sobre viviendas también va en ascenso y solo en febrero han aumentado un 14,6% anual, lo que las sitúa casi en niveles prepandemia.
De acuerdo con el análisis de la consultora CBRE, la inversión inmobiliaria en el residencial y en concreto en la vivienda de alquiler se situaría un 11% por encima de los valores precovid. Y en cuanto al suelo, pese al aumento de los costes de construcción, se espera una evolución estable y positiva en los próximos meses.
Interés en todos los segmentos
No es solo el mercado residencial. Alentados por la recuperación del turismo y unos tipos aún muy bajos, los inversores se reparten en casi todos los segmentos. Según JLL, la inversión inmobiliaria en España creció un 141% en el primer trimestre respecto al mismo periodo de 2021, hasta los 3.817 millones, lo que afianza al sector como un valor refugio que trae estabilidad. La cifra escala hasta los 4.300 millones en el cómputo de CBRE.
Según la consultora, JLL, entre enero y marzo se alcanzaron niveles superiores a los de 2021 en casi todos los ámbitos del inmobiliario, impulsados por el capital disponible en el mercado y la recuperación del sector. En lo que respecta al commercial real estate (oficinas, logística y retail), la inversión llegó a los 1.716 millones, lo que representa un aumento del 191% frente al primer trimestre del año pasado. El sector logístico vivió su mejor comienzo de año desde 2017, con un aumento del 432% y un total de 865 millones de euros.
Por su parte, el sector del living, que integra el residencial, las residencias de estudiantes y el healthcare, suma 1.141 millones de euros, un crecimiento anual del 92%. CBRE vaticina que la valoración de las oficinas en zona prime en Madrid y Barcelona despunte en el primer semestre de este año superando los niveles prepandemia. Sectores como el de los data centers o el agribusiness también gozan del interés de los inversores.
Como apuntan desde la gestora Inmsa Real Estate, nuestro país es uno de los más atractivos para invertir en inmobiliario por muchas razones. Entre ellas, destaca el crecimiento y la recuperación económica o el tirón turístico, que tras la pandemia y tras la invasión de Ucrania vuelve a situarse como un destino más seguro. Las oportunidades en hostelería, retail y oficinas, los buenos retornos de la inversión y sus precios atractivos (frente a otros desarrollados de Europa y EEUU) son otros reclamos. Knight Frank pone el acento en las ventajas de España por su clima, su sistema sanitario, las oportunidades comerciales, la posibilidad de adquirir una segunda residencia y su lejanía de la guerra en Ucrania.
En cuanto al perfil del inversor en España, el comprador extranjero sigue protagonizando el grueso de la inversión (91% en el primer trimestre), según la consultora Cushman & Wakefield.
Los activos inmologísticos, al alza
Según CBRE, los activos inmobiliarios en España se revalorizarán en el primer semestre de 2022. En este sentido, el pronóstico para el mercado logístico es que continúe su escalada. Para el cierre de 2022, se prevé que el volumen de inversión en este segmento ronde los 2.000 millones de euros, ligeramente por debajo de la cifra de 2021. Será, de nuevo, el tipo de activo que experimente una mayor revalorización, según la consultora.
Idéntica estimación hacen los expertos de Knight Frank. Gracias a su posición estratégica y su creciente integración en la red europea de transportes, España se posiciona en séptimo lugar como destino favorito para los inversores, por detrás de Alemania, Polonia, Holanda, Reino Unido y Francia. Ubicaciones como Málaga, Valencia y Zaragoza despiertan especial interés.
El ‘crowdfunding’
Los pequeños y medianos inversores también pueden participar de esta corriente y beneficiarse del potencial de este sector como destino de inversión. Plataformas de financiación participativa como Urbanitae brindan también la oportunidad de financiar proyectos inmobiliarios con rentabilidades muy atractivas a partir de solo 500 euros. Como hemos visto, no faltan motivos para dar el paso.